¿Qué es el amianto?
Por amianto se entienden los minerales de silicato presentes en la naturaleza en forma de fibras. Estas partículas tienen un diámetro mínimo de fibra de hasta 2 micrómetros - 1 micrómetro corresponde a la milésima parte de un milímetro. Debido a sus propiedades características, como la resistencia química, la gran elasticidad y resistencia a la tracción, la insensibilidad al calor y el hecho de que no es inflamable, el amianto se utilizaba con frecuencia en materiales de construcción en el pasado. Los materiales se utilizaban principalmente en paneles para la construcción de edificios, en cemento de amianto y para juntas y compuestos de moldeo.
¿Por qué es peligroso el amianto y por qué debe medirse el contaminante en interiores?
El amianto es claramente un contaminante cancerígeno. Un problema particular es que el material se descompone en fibras finas que flotan en el aire y, por tanto, pueden inhalarse fácilmente. Las fibras de amianto también se depositan en los pulmones, pueden migrar a la pleura y el peritoneo e irritar el tejido que allí se encuentra. Existe el riesgo de endurecimiento de los pulmones debido al tejido cicatricial, la llamada asbestosis, una enfermedad profesional reconocida ya en 1936. Las fibras también pueden provocar cáncer de pulmón o mesotelioma, tumores pulmonares o peritoneales. El tiempo transcurrido entre la inhalación del amianto y la aparición de la enfermedad puede ser de hasta 30 años.
Ningún otro material se ha utilizado en cantidades tan grandes desde 1930. Según la Agencia Federal de Medio Ambiente, el consumo de amianto entre 1950 y 1985 fue de unos 4,4 millones de toneladas y se transformó en más de 3.000 productos diferentes. Desde finales de 1993, la fabricación, comercialización y utilización de amianto y productos que lo contengan está prohibida en Alemania. Sin embargo, como hasta entonces se utilizaban materiales de construcción que contenían amianto, sobre todo en edificios de oficinas, sigue existiendo la posibilidad de exposición al amianto, especialmente en el lugar de trabajo. Por ello, es aconsejable analizar la calidad del aire en las zonas de riesgo.
Funcionalidad del sensor de polvo fino air-Q y uso para la medición de amianto
El sensor de partículas air-Q se ha desarrollado para controlar la calidad del aire midiendo las partículas presentes en él. Este sensible sensor puede detectar incluso partículas finas de polvo con un tamaño inferior a 1 µm (1 millonésima parte de un metro / 0,000001 m), por lo que ofrece una precisión de medición especialmente buena. Aunque en un principio el sensor no se diseñó específicamente para el amianto, es capaz de detectar partículas de diversos tamaños. Estas partículas también pueden incluir fibras de amianto. Por ejemplo, al medir las partículas contaminantes en el aire interior, algunos resultados de la medición, como el tamaño de las partículas, pueden indicar la presencia de amianto. El sensor funciona según el principio de dispersión de la luz. Se envía un rayo láser a través de las muestras de aire y se mide la dispersión de la luz por las partículas. Este método permite determinar la concentración y el tamaño de las partículas.
Detección de fibras de amianto mediante el dispositivo de medición del aire air-Q
Las fibras de amianto tienen propiedades físicas específicas que las distinguen de otras partículas. Son muy finas y largas. Por ello, pueden penetrar profundamente en los pulmones y son especialmente peligrosas. El sensor de polvo fino del air-Q puede detectar partículas en el rango de los micrómetros, incluidas las fibras de amianto. Analizando la concentración y el tamaño de las partículas detectadas, el sensor puede proporcionar indicios de la presencia de amianto.
Aplicación y ventajas del air-Q
El uso del sensor de polvo fino air-Q para la detección de amianto ofrece varias ventajas:
- Control en tiempo real: el sensor le proporciona datos continuos en tiempo real sobre la calidad del aire para que pueda reaccionar inmediatamente ante el aumento de las concentraciones de partículas potencialmente peligrosas.
- Movilidad: El air-Q es un dispositivo portátil que puede utilizarse de forma flexible en distintos lugares. Esto le permite analizar la calidad del aire en distintos lugares de un inmueble, lo que resulta especialmente útil cuando se examinan edificios antiguos y proyectos de renovación.
- Facilidad de uso: el dispositivo es fácil de usar y proporciona datos comprensibles que pueden interpretarse sin conocimientos especializados.
¿Se puede medir el amianto en el aire? ¿Qué otros métodos existen para medir el amianto?
El amianto no puede reconocerse a simple vista, pero puede medirse. Para ello se requiere un análisis profesional. Además de un análisis del aire interior con el sensor de polvo fino air-Q, son posibles otros métodos de medición del amianto: como un análisis del aire o un análisis del material por un experto con la correspondiente evaluación de la muestra en el laboratorio. Para ambos métodos, un experto toma muestras in situ y luego las analiza.
Medición del amianto mediante una medición especial del aire interior
El análisis del aire ambiente con amianto determina la concentración de fibras de amianto en el aire ambiente. Para ello se instala un dispositivo especial de muestreo y las muestras se analizan en el laboratorio con un microscopio electrónico de barrido. Esta variante es muy costosa y requiere mucho tiempo, ya que el aparato de medición tiene que filtrar el aire de distintas habitaciones en días diferentes para obtener mediciones significativas, y además tiene que ser analizado por personal especializado. Una desventaja es que el amianto sólo puede medirse si ha sido liberado al aire ambiente por materiales de construcción dañados u otros productos que contengan amianto. En cambio, los productos completamente intactos no liberan fibras.
Medición de amianto por muestra de material
Otra opción para medir el amianto es tomar una muestra del material. Para ello, un especialista inspecciona primero la propiedad y toma muestras de posibles materiales que contengan amianto para su posterior evaluación en el laboratorio. Para esta prueba, el componente afectado debe estar ligeramente dañado. Para descartar cualquier riesgo para la salud, no puede haber otras personas en la habitación mientras se retira el material. Se aplica un agente aglutinante en la zona para que no se liberen más fibras tras la retirada.
Conclusión
El control de la calidad del aire en busca de amianto es esencial en los edificios construidos antes de 1993 para minimizar los riesgos para la salud. El sensor de partículas del air-Q ofrece una solución práctica para detectar y controlar las fibras de amianto en el aire, ya que los resultados de la medición de partículas pueden proporcionar una indicación de la presencia del contaminante amianto. Al medir las partículas de forma continua y precisa, el air-Q puede ayudar a crear entornos más seguros y reducir la exposición a sustancias peligrosas.
Para una medición específica del amianto, tenemos previsto desarrollar un sistema propio capaz de determinarlo con precisión. En cuanto hayamos ultimado un dispositivo de medición adecuado, le informaremos aquí.
