Además de la salud, la calidad del aire también influye en el bienestar y el rendimiento. Incluso al cabo de muy poco tiempo, la concentración de dióxido de carbono en un espacio cerrado puede alcanzar un nivel que tenga un efecto medible y demostrable en la capacidad de concentración de una persona. Tras una o dos horas en una oficina ordinaria, suelen medirse niveles de
dióxido de carbono que aumentan la tasa de errores durante la jornada laboral y pueden incluso dificultar la toma de decisiones estratégicas.
También hay pruebas de una correlación muy específica entre las concentraciones de
partículas, por un lado, y el rendimiento, por otro. La
temperatura y la
humedad (humedad del aire) también tienen un efecto duradero en la capacidad de pensar de los empleados y autónomos. La
falta de oxígenotambién tiene un impacto negativo en la salud y el rendimiento del individuo. Una mala calidad del aire interior puede provocar rápidamente un descenso de la productividad de entre el 30% y el 50%. Esto no sólo es importante en la oficina, sino también en la oficina doméstica o en casa en general. Esto se debe a que se producen errores por falta de productividad, lo que conduce a un estrés adicional y, posiblemente, a la insatisfacción y la depresión.
El analizador de aire air-Q, un dispositivo para medir la calidad del aire respirable y del aire interior, registra todos los factores que influyen en el bienestar y el rendimiento y, teniendo en cuenta estudios e investigaciones científicas, calcula no sólo el índice de salud, sino también el índice de rendimiento del aire respirable que puede consultarse en la aplicación air-Q.