✓ medible con air-Q basic y air-Q pro así como air-Q science
El término "polvo" describe una mezcla físico-química compleja de partículas líquidas o sólidas transportadas por el aire. También se denominan PM (partículas) y, en general, partículas.
El polvo fino con partículas más pequeñas puede penetrar aún más profundamente en las vías respiratorias. Por este motivo, el valor límite anual de 25 μg/m³ establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las partículas PM₂₅ (partículas con un diámetro inferior a 2,5 μm) en el aire exterior también se aplica como valor de evaluación en los espacios habitados desde 2015.
Hasta la fecha, no existen métodos de medición normalizados para las partículas de polvo fino aún más pequeñas de la categoría PM₁, razón por la cual sigue sin haber un valor límite legal para estas partículas especialmente peligrosas, ya que el 100% de ellas llega a los alvéolos. Las partículas tan pequeñas también se conocen como partículas ultrafinas .
La evaluación exacta de los efectos de las partículas sobre la salud es difícil debido a su composición incoherente. Sin embargo, en general se asume que las partículas son perjudiciales para la salud. A diferencia de otros contaminantes, no existen valores límite reales para la concentración de partículas.
Las emisiones naturales (por ejemplo, de la erosión del suelo, océanos, volcanes, incendios forestales y de matorrales) y las partículas biogénicas (por ejemplo, virus, esporas de hongos y bacterias, polen, excreciones de ácaros del polvo doméstico) se consideran fuentes especialmente comunes de partículas. Sin embargo, la contaminación atmosférica de origen humano es sin duda la principal causa de las partículas.
El término "polvo" describe una mezcla físico-química compleja de partículas líquidas o sólidas transportadas por el aire. También se denominan PM (partículas) y, en general, partículas.
El polvo fino con partículas más pequeñas puede penetrar aún más profundamente en las vías respiratorias. Por este motivo, el valor límite anual de 25 μg/m³ establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las partículas PM₂₅ (partículas con un diámetro inferior a 2,5 μm) en el aire exterior también se aplica como valor de evaluación en los espacios habitados desde 2015.
Hasta la fecha, no existen métodos de medición normalizados para las partículas de polvo fino aún más pequeñas de la categoría PM₁, razón por la cual sigue sin haber un valor límite legal para estas partículas especialmente peligrosas, ya que el 100% de ellas llega a los alvéolos. Las partículas tan pequeñas también se conocen como partículas ultrafinas .
La evaluación exacta de los efectos de las partículas sobre la salud es difícil debido a su composición incoherente. Sin embargo, en general se asume que las partículas son perjudiciales para la salud. A diferencia de otros contaminantes, no existen valores límite reales para la concentración de partículas.
Las emisiones naturales (por ejemplo, de la erosión del suelo, océanos, volcanes, incendios forestales y de matorrales) y las partículas biogénicas (por ejemplo, virus, esporas de hongos y bacterias, polen, excreciones de ácaros del polvo doméstico) se consideran fuentes especialmente comunes de partículas. Sin embargo, la contaminación atmosférica de origen humano es sin duda la principal causa de las partículas.