La presión atmosférica se crea por el movimiento continuo de las masas de aire.Como parte de las condiciones ambientales atmosféricas, influye directamente en la salud y el bienestar humanos.
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La presión atmosférica es la compresión del aire.
Los cambios en la presión atmosférica están causados por diversos procesos atmosféricos complejos, a los que contribuye sobre todo el calentamiento de las masas de aire por la radiación solar. La rotación de la Tierra también tiene una influencia decisiva. La presión atmosférica también disminuye de forma apreciable al aumentar la altitud sobre el nivel del mar.
A nivel del mar, se supone una presión atmosférica media de 101325 Pa (Pascal). Este valor estándar también puede especificarse como 1 bar.
Los investigadores suponen que las fluctuaciones de la presión atmosférica con una amplitud de entre 0,3 y 0,5 hPa repercuten en la presión arterial, la circulación y la concentración.
Las medidas de protección de la legislación laboral se aplican en caso de subpresión y sobrepresión. Si el valor cae por debajo del valor estándar, la persona está expuesta a presión negativa. Si el valor cae por debajo de 0,73 hPa, el tipo y la duración de la actividad deben ajustarse por motivos de salud.
La sobrepresión puede provocar restricciones para la salud incluso si la presión se eleva a 0,1 hPa por encima del valor estándar. Por este motivo, los trabajadores menores de 18 años y mayores de 50 no pueden trabajar en estas condiciones, o sólo con autorización especial. Las mujeres embarazadas, las madres lactantes y las personas con enfermedades agudas o crónicas también tienen prohibido trabajar en condiciones de sobrepresión. Si la sobrepresión supera los 3,6 hPa, sólo se puede trabajar con una licencia estatal especial.
La presión atmosférica no es la única responsable de la salud y el bienestar, sino que forma parte de las condiciones ambientales atmosféricas. En este contexto, los científicos distinguen tres niveles de influencias meteorológicas fisiológicas y psicológicas.
Todas las personas pertenecen, como mínimo, a la categoría de "sensibles a las condiciones meteorológicas", es decir, están de mejor humor con temperaturas agradables y sol, por ejemplo, que con lluvia y frío.
Las personas cuyo sistema nervioso reacciona a las fluctuaciones de la presión atmosférica y la temperatura se consideran "meteorosensibles". Esto reduce el umbral general de estímulo, al tiempo que aumenta la percepción del dolor. Los síntomas típicos son dolores de cabeza, cansancio, pereza, fatiga, trastornos de la concentración y del sueño.
El término "sensible al clima" se utiliza cuando los cambios meteorológicos exacerban enfermedades existentes o antiguas lesiones (por ejemplo, fracturas óseas) provocan nuevos dolores. Esto se aplica en particular a pacientes con enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas, aterosclerosis o reumatismo. Las personas que sufren dolores crónicos, migrañas o alergias también suelen experimentar un empeoramiento de sus síntomas cuando cambia el tiempo. Las enfermedades mentales también pueden empeorar en este contexto.
También hay que tener en cuenta que, a medida que aumenta la presión, los gases contenidos en el aire (especialmente el nitrógeno) son absorbidos cada vez más por el organismo.
La presión atmosférica se produce porque el aire, impulsado por la gravedad terrestre, quiere fluir hacia el centro de la Tierra, pero se ve frenado por la superficie terrestre.
Los cambios en la presión atmosférica se deben al movimiento constante de las masas de aire en la atmósfera. Hablamos de una zona de alta presión cuando masas de aire más frías se desplazan sobre masas de aire más cálidas, aumentando así la presión de las masas de aire inferiores. El aire calentado por la presión superior se expande y escapa. Para sustituirlo, entra aire de las capas superiores y se calienta.
Cuando las masas de aire caliente ascienden y se propagan por la atmósfera, la presión atmosférica sobre el suelo disminuye y se forma una zona de baja presión. La formación de una zona de baja presión suele ir acompañada de una fuerte acumulación de presión, que puede provocar problemas de salud a las personas sensibles a las condiciones meteorológicas.
La presión del aire en el air-Q se mide mediante un sensor de alta precisión y resolución. Este escanea la presión del aire más de 30 veces por segundo. El sensor es capaz incluso de reconocer los mínimos cambios en la presión del aire que se producen al abrir y cerrar ventanas y puertas.
El analizador de aire air-Q puede medir la presión atmosférica en tiempo real y analizar exhaustivamente el aire interior y la calidad del aire midiendo un total de 14 sustancias y grupos de sustancias(contaminantes como el monóxido de carbono). El aparato puede pedirse aquí.