Aunque la calidad del aire está mejorando actualmente de forma generalizada debido a la disminución del tráfico y de la producción industrial, esto no significa que haya realmente menos contaminantes en el aire que respiramos. La Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos(EPA ), por ejemplo, señala que la contaminación del aire interior(calidad del aire interior) es de dos a cinco veces superior a la del aire exterior. En algunos casos, según la EPA, la contaminación del aire interior multiplica por 1.000 la del aire exterior.
Precisamente por eso, en la actualidad es aún más importante que de costumbre proteger cuidadosamente la propia salud y mantener el rendimiento a pesar de que las oportunidades de distracción son mayores que en el trabajo, por ejemplo.
¿Qué factores influyen en la calidad del aire interior?
En la calidad del aire interior influyen diversos factores. Entre ellos cabe destacar
- la frecuencia de compuestos orgánicos volátiles(COV) liberados en el hogar
- Humedad demasiado baja o demasiado alta
- gases problemáticos como el dióxido de carbono y el monóxido de carbono, que se liberan al calentar, fumar o utilizar velas y palos de incienso
- Polvo fino que se introduce en las habitaciones a través de puertas o ventanas
En concreto, tanto una humedad demasiado alta como demasiado baja puede tener un impacto negativo en la salud y el bienestar de los residentes. Una humedad demasiado alta favorece la aparición de moho y contribuye a la proliferación de ácaros del polvo doméstico. En cambio, una humedad demasiado baja irrita la piel, las mucosas y las vías respiratorias y, por tanto, aumenta el riesgo de infección.
Los COV son un factor especialmente importante, ya que hay muchas fuentes posibles de desgasificación en las habitaciones: Los muebles, las pinturas y los conservantes de la madera, así como los adhesivos, los ambientadores artificiales y todo tipo de productos de limpieza emiten sustancias orgánicas volátiles.
Los COV más comunes liberados en el hogar incluyen
- Formaldehído: Este gas acre de uso común en materiales de construcción suele encontrarse en barnices para suelos, pinturas, adhesivos, tableros de yeso y plásticos.
- Etanol: Líquido incoloro que se mezcla fácilmente con compuestos orgánicos, suele encontrarse en limpiacristales, lavavajillas y detergentes.
- Benceno: Este líquido inflamable de orden dulce se encuentra en pinturas, pegamentos, alfombras y emisiones procedentes de la combustión de la gasolina.
- Acetona: Compuesto orgánico transparente que suele encontrarse en quitaesmaltes, cera para muebles y papel pintado.
- Tolueno: El tolueno es un líquido transparente con un olor característico que se encuentra a menudo en las pinturas.
- Butanol: veneno que suelen contener las emisiones de barbacoas, velas encendidas, estufas y cigarrillos.
¿Cómo mejorar de forma sostenible la calidad del aire interior?
Normalmente, la calidad del aire interior de una casa o un piso puede mejorarse fácilmente: Es esencial garantizar un buen intercambio de aire. Para ello, abra las ventanas de par en par varias veces al día, creando idealmente una corriente de aire. Si el aire exterior está ocasionalmente muy contaminado (por ejemplo, debido al tráfico en hora punta o al recuento de polen), preste especial atención al mejor momento del día para ventilar. También puede ser posible abrir las puertas de la habitación en lugar de las ventanas.
En función de la estancia de que se trate, distintas medidas contribuyen también a mejorar la calidad del aire:
- Salón: En lugar de combatir los malos olores con ambientadores artificiales, el lema debería ser: "Combate la causa, no el olor". Mucha gente adorna el salón con velas de parafina. Sin embargo, su cera se obtiene del petróleo, lo que significa que contiene muchas sustancias nocivas y no es sostenible, por lo que las velas de soja, coco o cera de abeja son una alternativa. También deberías buscar una mecha sin hollín hecha de algodón o madera.
- Dormitorio : La regla número uno aquí es no dejar que las mascotas entren en el dormitorio. Pueden perturbar el sueño y provocar alergias. También hay que tener en cuenta que en las camas viven hasta 1,5 millones de ácaros del polvo. Por lo tanto, la cama debe aspirarse con regularidad y la ropa de cama debe cambiarse periódicamente. Para disfrutar de un sueño sano y reparador, también hay que prestar atención a la temperatura: entre 16 y 18 °C es suficiente para un sueño saludable. Si el dormitorio es demasiado cálido, se produce inquietud interior, mientras que si es demasiado frío, puede haber problemas para conciliar el sueño.
- Cocina: Si no hay instalada una campana extractora, la ventana debe estar abierta mientras se cocina. También debe prestarse especial atención a los ingredientes de los productos de limpieza. Los productos etiquetados como aptos para alérgicos y los que no contienen fragancias emiten menos compuestos orgánicos volátiles. Por último, también hay que tener cuidado con los utensilios de cocina: Hasta el 37% de los hogares utilizan sartenes cuyo revestimiento está descascarillado, agrietado o presenta burbujas. Sin embargo, los revestimientos defectuosos pueden liberar sustancias tóxicas al cocinar o freír. Si está pensando en sustituir ollas y sartenes estropeadas, existen alternativas cerámicas mucho más robustas y duraderas.
- Baño: Las alfombrillas atraen "mágicamente", por así decirlo, a los ácaros, el moho y las bacterias. Por eso es mejor secarse en la ducha. Cada miembro de la familia debe tener su propia toalla. El tiempo de conservación del maquillaje o los medicamentos puede verse reducido por la humedad y el calor elevados, por lo que es aconsejable guardarlos fuera del cuarto de baño. También es importante prestar especial atención a los productos de limpieza utilizados en el cuarto de baño. Incluso los productos de limpieza inofensivos pueden desencadenar reacciones químicas problemáticas en combinación con otros productos y liberar contaminantes tóxicos, como los limpiadores de inodoros y la lejía.
En general, también debe garantizarse un buen intercambio de aire durante la limpieza. En lugar de utilizar productos de limpieza en aerosol, pueden emplearse productos líquidos o sólidos. Deben respetarse siempre los ingredientes enumerados de los productos de limpieza; en el caso de los productos de limpieza etiquetados como peligrosos, deben observarse con sumo cuidado las instrucciones del envase y las medidas de precaución correspondientes. Si es posible, los productos de limpieza deben almacenarse donde los miembros de la familia no pasen mucho tiempo. Un trastero o un garaje son soluciones ideales.
En la actualidad también hay una serie de proveedores de detergente, como everdrop o Truman's, que venden el detergente en forma de pastillas, de modo que se generan menos residuos de plástico por el uso prolongado de las botellas. Estos productos innovadores suelen impresionar por sus ingredientes más sostenibles y, además, protegen el medio ambiente al reducir los residuos.
Por supuesto, es aconsejable comprar menos productos de limpieza de este tipo en general para no poner en peligro la calidad del aire interior. A veces también ayudan remedios caseros conocidos y respetuosos con el medio ambiente, como los jabones potásicos, los jabones duros tradicionales, el bicarbonato sódico o el vinagre blanco.
Con todas estas medidas se puede alcanzar el objetivo de un "buen aire interior". Fiel al lema: el aire inodoro es el aire más sano.
(Imagen: Pixabay / Michael Tarionov)
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